El aprendizaje a través del Método Suzuki contempla la singularidad de cada alumno porque el desarrollo de la personalidad es fundamental para cada ser humano. Además, puesto que el hombre es un animal social, se tiene en cuenta que el aprendizaje en grupo es indispensable para la vida. Todos nuestros alumnos tienen clase individual y clase colectiva de violín semanalmente. De esta manera, además de tener dos días de clase, se les brinda la oportunidad de hacerlo en dos entornos diferentes, lo cual es mas enriquecedor ya que experimentan formas diferentes para desarrollar la habilidad musical.
La clase individual consta de profesor, alumno y su familia (madre/padre/ambos/hermanos). El alumno tendrá un tiempo para tocar con el profesor y su familia podrá hacer todas las preguntas que le surjan. En esta sesión se trabajan los contenidos nuevos de cada pieza del repertorio y los aspectos básicos de la técnica del violín (sonido, afinación, ritmo y postura).
La clase colectiva consta de un número superior de alumnos. En esta sesión se trabajan también los aspectos básicos de la técnica del violín, pero repasando piezas ya aprendidas o trabajando repertorio más sencillo del que el alumno es capaz de tocar individualmente.
También se trabajan aspectos del lenguaje musical, pero siempre desde la práctica. Este momento sirve también para preparar conciertos y actuaciones, que se realizan con bastante frecuencia.
Tener la toda la atención del maestro para moldearte y escucharte es fundamental, pero el valor de compartir con amigos vivencias, ilusiones y logros a través de la música, es incomparable.